El diamante dura pero se fragmenta.
El dinero te da posesión pero no pasión.
La palabra te da recuerdos pero no sensaciones.
Fue el amor.
Es el amor.
Será el amor.
El amor es eterno y
la eternidad inabarcable.
Cuando me dijeron que tenía que leer algo, bueno mejor dicho me ofrecí yo para que nos vamos a engañar, me empezaron a rondar por la cabeza multitud de ideas, pero me he quedado con una fundamental. Qué es un hermano.
Tengo la suerte de poder disfrutar y algunas veces aguantar a cuatro hermanos maravillosos. En torno a ellos guardo los primeros recuerdos de mi vida. Una infancia en donde dormía en una litera, de la que creo que me caí, con el que se casa hoy. De ti puedo recordar muchas cosas, el coche eléctrico que me rompiste, las rabietas que me has hecho coger, las veces que te has tirado encima mía y por poco me asfixias, pero estamos en tu boda y me voy a ceñir a lo bueno. Por cierto, esto de tener hermanos es buenísimo no hay quién me gane comiendo caracoles porque si te descuidabas te quedabas sin ninguno. Retomando esa infancia que vive junto a vosotros me ha hecho siempre tener en cuenta que un hermano es lo más importante que existe. Nuestro abuelo siempre decía primero la sangre y, es cierto, nuestra sangre esta regada de algo especial que nos ha unido siempre a pesar de la diferencia de edad, porque por si no se han dado cuenta yo soy mucho más joven que todos ellos. Y esto también ha hecho que sea el más protegido por los cuatro.
Hoy 12 de octubre es un día especial para nuestra familia. Es una fecha que llevamos grabada en nuestro ADN, es nuestra patrona (es así, seamos o no Guardias es el día de nuestra patrona).
Por cierto, hablando de padrinos, tengo que hacer una mención especial a dos personas que aunque hoy no las veamos, están muy presentes aquí. Si miramos un poquito más allá, justo al lado de mi madre, que tanto se desvivió por ella, y al lado de tu hermano Mari Carmen, están presentes. Están presentes y están disfrutando de unos de los días más bonitos de vuestras vidas y de las nuestras.
¿Qué es un hermano? Yo parafraseando a Bécquer tengo que decir que un hermano eres tú.
Muchas felicidades a los dos y Mari Carmen, solo tengo que decirte una palabra que encierra todo, bienvenida HERMANA.
Leída el 12-10-2010 en la boda de mi hermano Alfonso y Mari Carmen
Es una mañana soleada de marzo. El tren se ha retrasado y llego a eso de las 10.30 al 8 del Juan Díaz Mula de Pozuelo de Alarcón. No estoy preocupada: en esto del guión el horario es flexible (para bien y para mal).
Saludo a las niñas. Están animadas. Y es que después de cuatro meses de parón tras la cancelación de Guante Blanco, nos reunimos otra vez para un nuevo proyecto: Gran Reserva.
* 1 intento de asesinato por resolver, 2 familias enfrentadas por el vino.
* 13 capítulos por escribir, 14 personajes por desarrollar…
TODA la serie por delante.
Pero a mí se me ha encomendado otra misión en solitario. Desarrollo de nuevos proyectos. Investigar propuestas y estudiar si estas ideas o puntos de partida tienen viabilidad, si deberían ser serie o tv movies. Y si es así, darles forma… vida.
Tras el café de la mañana y los 10 minutos de chascarrillos matutinos de rigor, Ramón (mi jefe) baja a tomarse un café…
- Mary, ¿sabes quién es Viriato?
No quiero meter la pata, así que le digo:
- Me suena… es un guerrero que luchó contra los romanos, ¿no?
Acierto.
Ramón tampoco sabe mucho más, pero termina de solventar mis dudas: Viriato era un líder lusitano que retó a Roma y que hizo la conquista de
- Mary, dale una vuelta… dime si tenemos una serie.
La teníamos…
*******
De la forma más cotidiana, de un día cualquiera, de un momento que podría haberse borrado de mi memoria (de la misma forma que he olvidado lo que comí ayer)… de ahí nace el sueño de una aspirante a guionista.
Fueron meses de investigación, documentación, diseño de personajes… pero la historia lo merecía. Lo tenía todo: un héroe con carácter, batallas, traiciones, conspiraciones… Sólo faltaba aportar los conflictos personales y ¡zas!: ya teníamos a nuestro Braveheart español.
Sólo un problema: ¿qué televisión en España se iba a atrever a querer producir “una de romanos”?
El departamento siguió trabajando en otras ideas, como no. Tv movies, melodramas, comedias románticas… pero ninguna como Hispania (como llamamos al proyecto). Así que, ¿por qué rendirse? Teníamos mucho que ganar y poco que perder.
Bambú insistió, peleó y, cual Viriato contra las legiones romanas, dio todo cuanto tenía por conseguir la victoria. Recuerdo llegar a casa y soñar despierta con Jorge: ¿Te imaginas que se llegara a hacer?
1 año y 4 meses después aquella soleada mañana de marzo aquí me encuentro… haciendo mi sueño realidad. Bambú Producciones está produciendo Hispania, la primera serie que desarrollé, para Antena 3.
¿Trabajo? Mucho
¿Talento? El justo y necesario
¿Suerte? A espuertas. Pero siempre que nos lo curremos como lo hacemos, parte de ella la vamos a tener siempre de nuestro lado.
Ahora he dejado aparcado el desarrollo de series y trabajo como guionista de pleno derecho en la serie que vi crecer, que ayudé a alumbrar.
Disfruto lo que estoy viviendo y me pellizco a veces… es inevitable. Pero es realidad: estoy despierta y sólo me queda reconocer a quienes lo han hecho posible.
Gracias Ramón y Tere, por creer en mí y darme la oportunidad de formar parte del proyecto Bambú.
Gracias Jorge… por todas las veces que has soportado a esta paranoica y neurótica de manual en la que me he convertido. “Te tero”.
Gracias a mis padres, hermanos, cuñados. Si no hubiera sido por vuestro ánimo nunca podría haber dado el salto definitivo que me ha llevado hasta aquí.
Gracias a mis niñas… (Ignacia, Fátima, Maribel, Amanda) por convertir mis dudas y vacilaciones en meras excusas del autoboicot.
Y , sobre todo, a mi ángel de la guardia, Antonia. Sé que si estoy aquí solamente es por ti.
Ahora… a seguir soñando.
http://www.antena3.com/series/hispania/
María José Rustarazo Vargas
Ayer regresando del trabajo en autobús volví, tras casi un año y medio, a llorarte otra vez. Quizá se juntó que era el día más gris que recuerdo en mucho tiempo, o que se acercan estas fechas tan familiares, o qué se yo… El caso es que la nostalgia por lo vivido y que no volverá me engulló y volví a llorar.
En esto casos, lo que yo personalmente recomiendo es dejar la mente volar libre, que viaje cual máquina del tiempo y nos coloqué donde le apetezca, que es siempre donde necesitamos estar en ese momento. Y viajé, viajé mucho.
Volvíamos a estar todos juntos, una Nochebuena más, todos los primos disfrazados haciendo los teatros que se nos ocurrían para los mayores. El sabor de los turrones, mazapanes, mantecados, el sonido de las panderetas (que siempre se guardaban antes y después de cantar en la alacena), el “plop” de la botella de champán que mi tío Miguel descorcha sonriendo, las carcajadas de mi padre y mi tío Kiko… Y tú riendo con ellos al fondo, en tu rinconcito de siempre con tu cigarrito en la mano, más cenizas ya que cigarro (nunca comprendí como hacías para que las cenizas siguieran formando la forma del cigarro sin derramarse, aunque te lo hubieras fumado ya).
Otro viaje me colocó en la salita de tu casa, un día cualquiera después de quedarme a dormir, una mañana cualquiera. Tú me dabas tu cuadernito donde tenías ordenadas y catalogadas las más de 200 películas de tu colección. Yo tenía que elegir cuáles íbamos a ver ese día, siempre tres: una a la mañana, otra al mediodía y otra por la tarde-noche. Yo hacía como el que no sabía qué ver, pero ambos sabíamos que acabaríamos viendo Bitelchus (nos conocíamos hasta los diálogos jejeje). Un día me dijiste que esas películas serían mías. La verdad es que tengo muchas, más que nadie, pero no he querido ser egoísta y les he dejado algunas a los primos, seguro que no te molesta. ¡Ah! al final tenías razón y he acabado trabajando en la tele, supongo que tienes parte de culpa en ello.
Otro viaje me llevó a un día muy, muy feo. Un día en el que fuimos a verte después de uno de esos malditos ataques. Nunca quiero pensar en estos días, pero ese fue especial. Normalmente no te recuperabas del todo, no sé si te acuerdas porque estas son cosas para olvidar, pero muchas veces te costaba hablar o acordarte de cosas, reconocer a gente. Ese día fue especial porque nada más entrar por la puerta escuché tu voz, algo débil, decir “ha venido hasta
También viajé a un día en el que ya estabas encamado, te faltaba poco para descansar por fin de todo, ese día estábamos preocupados porque no acertabas con tu número de hijos (salían más de los que tienes) cuando te preguntábamos que cuántos tenías. Todo encajó cuando cabreado dijiste que sí tenías razón, que Rafael no era hijo tuyo pero como si lo fuera. Realmente mi padre se parece a ti en muchas cosas, sobre todo en las buenas, que son muchísimas. Aunque no en el equipo de fútbol… Mira que salirte más nietos béticos que sevillistas… Anda que no hubieras disfrutado nada con la de títulos que habéis ganado.
En fin, no es plan de llorarte una vez más, sino de reírte, disfrutarte (aunque sea en el recuerdo) y pensarte mucho, que mientras te pensemos nunca te habrás ido. Voy ahora mismo a ver si veo de oferta “Una noche en
Te echo mucho menos. Te quiero abuelito.
Un beso.
Rafael Sánchez Real
“Una espada atravesará tu corazón”
El aire desaparece de tus pulmones. El frío azulea las mejillas.
El dolor no tiene forma.
El dolor no tiene día porque no entiende de fechas.
La noticia es áspera. Desgarra la garganta. Seca los ojos.
Es el trance del dolor.
“¿Por quién lloráis?”
Cada aspiración es una expiración en sí misma. La fuerza desaparece de tus músculos.
Pasa un día y el dolor continúa.
Pasa una semana y el dolor continúa.
Al llegar el año, el dolor olvidado reaparece.
El recuerdo amarga. Eriza el cabello. Encanece el rostro.
Es el trance del dolor.
“Esa herida nunca sanará del todo”
Olvidas hasta tu nombre pero un día lo recuerdas. Empuñas de nuevo el día a día.
Sigues tú camino sin olvidar el suyo.
Sigues su camino sin olvidar el tuyo.
Sigues el camino olvidando el destino.
Su rostro te ilumina. Su mirada te sana. Su tacto te embarga.
Es el trance del dolor. Es la vuelta a la esperanza.