jueves, 15 de diciembre de 2011

Capítulo 154. El peor momento.

Creo que es una herida que no cierra nunca o nunca va a cerrar. Hoy lo he vuelto a revivir, he vuelto a ver la cara de mi madre. La misma que nos felicita las Navidades hablando de Miki y Nadal. En esa ocasión no había sonrisas, solo fortaleza. Ella es una roca que aguanta las embestidas de la vida, pero yo no estaba preparado para esas tres frases:
-Tiene cáncer. Le han descubierto tumores en la cabeza y se ha extendido por todo el cuerpo. Tu tía se muere.

Esas palabras hicieron que mi mundo donde la realidad era como un musical, desapareciese y en su lugar un vacío, un vacío tan grande que a día de hoy sigue.

Vacío en el que no tarda en aparecer un ¿por qué?, un  ¿por qué ella?

Recuerdo sombras de un recorrido, entre el Hospital Virgen del Rocío y el Parque Atlántico, en donde mi respiración desapareció. Estaba contenida en un grito sin sonido, en un llanto sin lágrimas. María José me sostuvo, literalmente, en ese momento. El servicio y la constancia personificada. Ella, sin saberlo, llenó parte de ese agujero sin fondo. Fue el peor momento de mi vida, una sentencia sin esperanza.

 Después vinieron las visitas diarias, la alegría fingida, la careta obligada. Todos aprendimos a actuar en un sufrimiento interiorizado, enquistado. Pero eran vivencias en donde aprovechabas los segundos con ella, tanto yo como tantas y tantas personas que se acercaron al cáncer.

Tres años después sigo asfixiándome. Siguen resonando ese trío de frases. Esos dardos que hicieron que abandonara a tortazos la juventud y cayera de bruces en la realidad de una madurez indeseada. 

Aún así, el peor momento de mi vida queda eclipsado por las últimas palabras que me dirigió mi tía mientras brindábamos por el año nuevo:
-Ahora ve a la fiesta y disfruta.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Capítulo 153. Santa Lucía.

He vuelto a ponerle una vela. No sé por qué lo he hecho, pero he entrado en la misma iglesia y he vuelto a encenderla como cada mes. Muchos me llamarán hipócrita, pero a mis 70 años me da igual. Lo sé, no creo en Dios, pero cada día trece de cada mes desde hace veinte años entro en el mismo lugar a hacer lo mismo.
Y cada vez que lo hago lo recuerdo a él.

Era autoritario y nunca me dejó llamarle papá. Le hablaba de usted y me metía en problemas si no lo hacía. Militar de viejo cuño, de presidir la mesa y de dejar de comer cuando él acababa su plato. De horarios fijos y de una fe inquebrantable.

Luchó en la Guerra Civil en el bando nacional, aunque seis años antes celebrara la llegada de la II República y el fin de una monarquía que el veía como corrupta. Dios, Patria y Ejército. En la guerra perdió a su padre y a dos de sus siete hermanos. Muertes republicanas de las que nunca se hablaron más.

En la batalla del Ebro un error humano, su error, lo dejó ciego. Fue un 13 de diciembre, el día de santa Lucía. Desde ese día, cada mes se atormentaba pidiéndole a la abogada de los invidentes recuperar la vista. Algo imposible.

Pocos años después nací yo. Su lazarillo y sus ojos. Pero al contrario que él, cuya ceguera acrecentó su fe, mi visión aumentó mi ateísmo.

Nunca le perdonaré las misas obligadas durante mi infancia, mi esclavitud en la adolescencia y su dureza en la educación. Sin embargo, mi vida perdió en parte su sentido cuando se fue.

Por eso todos los trece de cada mes enciendo una vela a santa Lucía. 

No sé si lo hago para recordarle o quizás para que me de esa ceguera de fe que no tengo.  

jueves, 1 de diciembre de 2011

Capítulo 152. Noviembre en blanco.

Ha sido un noviembre en blanco, más bien un noviembre en cyan. Poca literatura y muchos datos. El pragmatismo hace que el espíritu creador desaparezca. Elecciones sobre primas y hermanas de riesgos. Días que parecen horas y monedas que parecen segundos. Todo pasa y algo queda. Inglés, stablishment y royals. Tres ejes sobre los que gira mi no vida. Diciembre empieza y con él, otro mes en blanco, más bien en cyan.

lunes, 31 de octubre de 2011

Capítulo 151. Gadafi.

Veo las imágenes de la muerte violenta de Gadafi y no siento alegría. Sé que ha sido un dictador cruel, que ha enfrentado a hermano contra hermano; un sátrapa que vivía en palacios de oro mientras la población moría de hambre, pero ese instante en el que la multitud lo zarandea, le agrede y lo mata, no me satisface.

En ese instante, recuerdo diferentes refranes que encierran una violencia atávica: "a cada cerdo le llega su San Martín", o la frase de "él que a hierro mata a hierro muere."

Y me he hecho la pregunta del porqué no me satisface este juicio sumarísimo y la condena popular a muerte. Y he llegado a mi conclusión personal de que quitar la vida a otra persona es un fracaso de la humanidad. A lo mejor, la humanidad que deseo no existe, sino que el hombre es un ser violento por naturaleza y en esas situaciones sale el instinto de supervivencia (o tú o yo).

¿Existe la humanidad tal como la anhelamos?
¿Es un espejo contraído, una esmeralda de Nerón o una cueva platónica?
¿Dónde miro? ¿Dónde busco?
¿Inexiste el anhelo tal como lo humanizamos?
¿Es un expandido reflejo, una Cruz de la Verdad o unas sombras absolutas?
Nunca encuentro. 
Siempre. 
Siempre. 
Siempre pierdo.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Capítulo 150. Sin título.


Estaban los tres sentados, uno junto al otro.  La niña, de unos 12 años, en medio de los dos padres. Parecían gente de otro tiempo, de otro mundo. Gordos por encima de lo saludable, redondos, ni una sola recta en sus cuerpos. Vestidos en chándal-pijama a la moda de los 80, las mujeres con coletas largas y rubias, el padre con el pelo sucio y mal cortado. Los tres eran rojos, como hinchados, como rellenos de crema y chocolate y hamburguesas.

No hablaban, no miraban alrededor, los ojos fijos en el  horizonte insípido de la ventanilla del metro, con la boca abierta, embobados en la nada o quizá en algún pensamiento del color de la nada  en el que no se puede atisbar, porque hay gente que parece que no tiene pensamientos o los tienen y se diluyen antes de hacerse conscientes, como aire.

Yo los miraba sin terminar de creerme que estuvieran allí, entre ejecutivos y secretarias de tacón alto que hacían como que los ignoraban mientras los observaban por  el rabillo del ojo, indiferentes pero un poco asqueados por su mirada estúpida, como de vaca, por sus curvas infinitas, pensando seguramente en todas las patatas fritas que esa familia comía y que ellas no probaban desde que se miraron en el espejo con ojos nuevos y crueles  a los 14 años.

Y  ocurrió: la niña vio el cartel de propaganda que había en la pared del metro, donde una chinche gigante amenazaba con invadir las camas del que no comprara fundas especiales. La niña miró a la chinche, la chinche miró a la niña, la niña miró a la madre y las dos le señalaron al padre el cuerpo transparente  y desagradable de la chinche.  Los tres rieron con una complicidad única, de esas que no necesita palabras, como de un secreto que sólo ellos conocían. Entonces las elegantes ejecutivas  miraron con envidia a  esos hijos de la verdadera América que no necesitaban palabras vacías ni ropas de diseño para salir de la soledad de sus exitosas  vidas.  

Kontratiempo

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Capítulo 149. El paro.


Cuando por alguna circunstancia te quedas en paro, lo primero que piensas es que eres un inutil social. Deberías de haberte acostumbrado ya, sobre todo en un mundo como el de hoy, donde la inestabilidad laboral es el pan nuestro de cada día, pero no hay manera de quitarte esa sensación de fracaso.

Pero lo peor de todo está por llegar. Los dos primeros meses intentas huir (algunas vacaciones), ver series y películas atrasadas, salir los fines de semana desde el miércoles... Con ello intentas llenar el vacío que la falta de trabajo te deja.

Y tras toda esta huida hacia adelante, comienza la búsqueda activa de empleo: reformar el CV, hacerte la foto carnet, buscar becas, estudios complementarios, inglés... Todo aquello que te puede ayudar a encontrar, aunque sea, un puesto en prácticas (sí, en prácticas con casi 30 años pero remuneradas).

En esta fase es en la que me encuentro. Ojalá ese trabajo, práctica o beca esté a la vuelta de la esquina y que no pase a la siguiente fase que es la desesperación. Desesperación en donde la persona se autoexilia hacia un lugar ignoto y sombrío.  

sábado, 17 de septiembre de 2011

Capítulo 148. Eterno Gardel.

Recuerdo una mañana de verano de hace casi 15 años. Sus facciones están borrosas, pero todavía conservo su perfume a Baron Dandy y su voz entrecortada entonando el tango de la cieguita. Cuando vi que lloraba le pregunté el por qué. Y su respuesta balbuceado fue que su padre, también era cieguito.

miércoles, 31 de agosto de 2011

Capítulo 147. Nunca digas siempre.

Termina agosto y con él la tediosidad de la inoperancia. Muchos nos preguntamos que nos traerá el noveno mes. Hace unos años esta fecha era símbolo de continuidad, de estabilidad, ya que volvías con tus amigos al cole, con tus ideas a la universidad y con la mala leche al trabajo.

Pero, ¿qué ocurre cuando no te espera nada en septiembre? Pues te ocurre lo peor y lo mejor que puede pasar: lo desconocido.

Lo sé, da miedo, pero es un salto de fe hacia adelante.

¿Qué nos espera mañana? Sea bueno o malo, será diferente y lo diferente enriquece.

¡Mañana será otro día!

jueves, 30 de junio de 2011

Capítulo 145. Exterminio


Las películas de catástrofes son uno de los géneros que más me apasionan. Después de ver en los últimos años bastante material de este tipo y con el 2012 próximo, vamos a analizar y reflexionar sobre las diferentes maneras en las que el género humano puede desaparecer.

  • Casos naturales:
-Geofísicas:
-Elevación del nivel del mar por deshielo de los polos (Waterworld)
-Nueva edad del hielo (El día de mañana)
-Supervolcán (2012)
-Calentamiento del núcleo (2012)
-Radiaciones solares (Señales del futuro)
-Variaciones del eje de la tierra o relentización de su movimiento de traslación o rotación.

-Impactos meteoros (Deep Impact, Armageddon)

  • Casos provocados por el hombre:
-Pandemias: provocadas por el hombre (Soy Leyenda); por causas naturales (la peste) o sobrenaturales (Informe sobre la ceguera)

- Guerras: III Guerra Mundial, Guerra nuclear, Guerra Santa.

  • Casos de ciencia ficción:
-Guerras: contra invasiones extraterrestres (La guerra de los mundos), contra inteligencias artificiales (Soy Robot, Matrix, Transformers, Terminator)

-La luna choca con la Tierra, por la explotación minera de esta (La máquina del tiempo)

-Otras razas humanas provocan guerras civiles (mutantes, zombies, habitantes del interior de La Tierra)

  • Casos divinos:
-Segunda venia de Cristo o Parusía

-Exterminio de la humanidad por parte de Dios por sus malos actos (2º diluvio)


Estos son líneas generales, los grandes trazos de las películas apocalípticas. En la inmensa mayoría de ellas existen casos en donde la gran parte de la humanidad muere. Quedando una minoría que puede subsistir porque tiene todos los medios naturales a su disposición. Pero, ¿qué pasaría si la inmensa mayoría subsistiera y no hubiera medios naturales para todos? Pues se daría una segunda feudalización hacia las zonas de campo. Y, por lo tanto, habría una segunda Edad Media.

¿Qué pasará en 2012? Pues el año que viene lo veremos.

martes, 14 de junio de 2011

Capítulo 144. Final.

Llevaba varios meses presintiéndolo. No puedo explicar el porqué. Las noticias y mi afán de buscar profecías catastróficas hacían el resto. Nunca consideré el suicido, otras culturas si lo aceptan como una manera digna de rendición, pero mi caso es distinto.

Que el mundo acabaría tal como lo conocemos, era algo que siempre supe, quizás por mi predilección por las películas apocalípticas. Pero esta madrugada... No sé si el silencio fue lo más aterrador o si los gritos de impotencia que lo continuaron. ¿Qué puedes hacer cuando las grandes potencias se desgarran? Nada, esperar a engrosar un número más de las listas de bajas que algún día alguien leerá.

Que Irán bombardeara Israel solo fue el principio.

Hoy, 3 de enero de 2014 sigo esperando en mi balcón a que algún avión tiré un fardo de provisiones. Hace meses que los supermercados están desabastecidos y solo sobrevivimos con algunos hierbajos que crecen en las macetas. El hambre se ha llevado a mis sobrinos más pequeños. Sus vientres hinchados y su caras macilentas son el último recuerdo que guardo de ellos. Los amigos desaparecieron, muchos fueron a otras tierras, a los campos, a otros países, pero mi familia... Terquedad, solo podía ser terquedad. Ahora mi padres descansan en el jardín junto a tres de sus nietos, mientras mi hermana y yo luchamos, día a día, para mantener la casa lejos de los carroñeros.

No sé cuanto aguantaremos en esta situación, pero el final está próximo y creo que el pueblo como siempre es al que le toca perder. No será como en la películas. No habrá héroes y no creo que sea uno de los que me salve por su valentía o arrojo... Moriremos como todos. Más tarde o más temprano. En la guerra o después de ella, pero todo tendremos el mismo final.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Capítulo 143. Cuba.


Gritos de libertad resuenan en tus playas.
Son ahogados por las olas, mientras las mentiras la encadenan.

Tuvo que partir hacia el exilio.
Un exilio interior que hizo de su nombre un vacío.
Sueña con la arena, sueña con canciones alegres de corazones sin alma.
Almas arrebatas por falsos ideales.
Ideales que igualan al hombre, pero destruyen a la persona.
Personas que gritan en los malecones, que gritan en las calles, que gritan en las cárceles.

¿Dónde está mi casa?
Tuvo que dejarla.
Mi camino fue la mar y la muerte.
Tuve que dejarla.
Por un sueño de democracia y vida.

Tuvo que partir al exilio, pero ella vivía en él.
Cuba no ha muerto.
Sigue viva en cada mujer, en cada niño, en cada palmera que se alza contra el tirano.

El exilio tuvo que partir.

¿Dónde está la libertad?
En cada muerto.
En cada vivo.
En cada lucha.

Tuvo que partir hacia el exilio
y al mirar atrás la vio.

Te quiero, pero volveré.
Aunque solo sea con alma recuperada.

martes, 17 de mayo de 2011

Capítulo 142. Historia de una monja.

He visto varias veces esta película y siempre tengo sensaciones diferentes tras verla.


¿Dios quiere que nuestras personalidades desaparezcan para un bien mayor? Desde luego eso es lo que se transmite en esta película. Se ve como la hermana Luca (Audrey Hepburn) se debate entre la humildad / humillación, que no es otra cosa que la eliminación del ego (su personalidad); frente al talento, la genialidad, en su caso en la medicina.


Pero, ¿qué nos acerca a Dios? La genialidad o es lo contrario la anulación como persona. ¿No es cierto que Teresa de Jesús tenía una gran personalidad? ¿Eso la hace menos santa?


En el final de la película, uno de los mejores de la historia del cine mundial, se deja al espectador la decisión de si ha hecho bien o mal la monja (abandona el convento). Yo tomo esa cuestión y me preguntó: ¿Ha hecho bien en dejar estas reglas?, ¿cómo se alcanza a Dios?, ¿existe Dios? Porque si existe, ¿cómo es posible que exista tanto mal? (recordar que relata la invasión nazi de los Países Bajos)


En mi opinión la hermana Luca hizo bien. Dios la llamaba hacia la grandeza de la razón. ¿Por qué tiene que estar reñida la inteligencia, la excelencia con la religión? Y es eso lo que la hace decidir. Las reglas están para cambiarlas. Cuando algo constriñe tanto es imposible vivir en paz consigo mismo. En ese caso, se tienen que cambiar o abandonar.


Aquí os dejo unas imágenes de la película y para quién no la haya visto: Historia de una monja.



lunes, 9 de mayo de 2011

Capítulo 141. Axel.

El 23 de febrero de 1.728 no pasó nada. Fue un día en el que Axel se levantó a las 12 de la mañana, desayunó una manzana y no pudo ir al baño como acostumbraba, porque llevaba varios días estreñido. Mientras miraba a través de la ventana del palacete Riddarhuset, veía a los mayordomos yendo y viniendo. El rey Federico había ido de caza y había decidido quedarse, aunque eso supusiera un suicidio en la corte.

Todos admiraban su belleza y sobre todo ellas, muchachas ricas y tontas que lo único que mostraban era un tobillo cuando subían o bajaban de las carroza. Lo que no sabían es que a él le interesaban más los leotardos de los lacayos que los tobillos de las marquesas.

Duque por nacimiento, estaba destinado a ser uno de los grandes consejeros del rey, aunque su enemistad con la anterior soberano, Ulrica, no le había dejado muy bien parado. Solterón empedernido a sus 37 años todavía se conservaba bastante bien, con un cuerpo atlético y sobre todo esa melena rubia que le daba un aire diferente entre tantas pelucas empolvadas.

Llevaba varios días pensando como hacerlo, pero lo único que se le ocurría era fingir su muerte. Tenía que actuar rápido porque la habitación ensangrentada pronto daría que hablar. "Es el momento". Atravesó el dormitorio dejando al joven Ragnar sobre la alfombra. Había dejado poca sangre pero la suficiente para llamar la atención. Cruzó las puertas azules del palacio y se fue para siempre.

Los que lo veían lo saludaban sin percatarse que el corazón no le latía y su reflejo no aparecía en ninguna de las grandes cristaleras de palacio.

El 23 de febrero de 1.728 fue un día como cualquier otro, no pasó nada, pero ese día fue el principio del fin de Arcadio.

jueves, 28 de abril de 2011

Capítulo 140. Yes we can


Después de pasar horas y horas en un avión cuyo trayecto parecía no terminar nunca, por fin llegamos a la gran ciudad. El cansancio y la ansiedad por pisar tierra firme se mezclaba con cierto temor por la lejanía a la que nos encontrabamos de nuestro pequeño mundo conocido. Estabamos solos a la otra orilla del gran charco.

Mis dudas ante lo que me podía encontrar pronto se disiparon gracias a la compañía con la que contaba. Nuestras miradas se cruzaban una y otra vez mientras nuestros dedos señalaban aquí o allá, con la boca abierta y estallando en un millón de risas. Era como estar viviendo en una auténtica película, más de una vez sentiamos ganas de pellizcarnos para ver si estabamos dentro de un sueño o todo era real.

Pasear entre millones de luces de colores, cantar Goodmorning Baltimore!!!, robar M&M, dormir en un hotel que no nos correspondía en un principio, viajar en low cost con los chinos locos, buscar al jinete sin cabeza, sufrir la cola del huracán y volver con una nueva experiencia.

De una u otra manera, todo ser humano forma parte de la historia y del período que le ha tocado vivir. Nosotros fuimos testigos del gran acontecimiento: un afroamericano llegaría a la Casa Blanca. Fuimos partícipes de lo que sentía la ciudadanía ante el cambio. Yes we/they can.

Mila Expósito

martes, 19 de abril de 2011

Capítulo 139. Olvido.


Olvidarte quiero Señora.
Olvidarte y no puedo.
Siento esmeraldas de noche.
Siento perfumes de incienso.

Olvidarte quiero Señora.
Olvidarte y no puedo.
Porque el dolor que reflejas,
es el dolor que yo siento.

Déjame quitarte el llanto.
Déjame tocar tu pelo.
Duerme, no pienses duerme.

Recordarte quiero Señora.
Recordarte y lo quiero,
pero en Belén y con niño,
cada vez que llega enero.

miércoles, 13 de abril de 2011

Capítulo 138. De fuerza y cuero.


Tú corazón es de cuero, de una fuerza ingobernable que muy pocos conocen.
La furia y el deseo navegan por tus calles.
El olor de manos curtidas. El sudor de anhelos buscados.
Esa eres tú ubriqueña.

No quiero bufones que afeen tu historia.
Quiero mujeres que mueren por todo.
Fuerza y cuero.

Ubriqueñas habrá, pero como tú, ninguna.

lunes, 21 de marzo de 2011

Capítulo 137. Federico.

Memento mori.

Maricón, maricón, maricón...
No perforaban tu cráneo.
No apuñalaban tu corazón.

Olvidar, quisieron tu nombre.
Olvidar, quisieron tus obras.

Federico, un poeta perdido.
Federico, un poeta humillado.
Federido, un poeta sin apellidos.
Un poeta.
Un poeta.
Un poeta.
Sólo un poeta.

sábado, 12 de marzo de 2011

Capítulo 136. Reflexión nocturna.

Ves a las personas que agonizan en el interior de los coches mientras se ahogan. A otras, salvarse por los pelos de morir aplastadas por cascotes. Escuchas viejas historias de cunas caídas y noches en vela. Y te preguntas: ¿qué puedes hacer ante ello? Miedo, aceptación, resignación...

Todos moriremos. Mañana o pasado.

El problema es morir ayer. Fotografías en blanco y negro. No conoces a nadie. ¿Quiénes son?

Todos moriremos. Hoy o futuro. Nunca o siempre.

¿Qué hacer ante la muerte? Ante la muerte solo nos queda morir. Y, ¿ante la vida? Ante la vida solo nos queda morir. Y, ¿ante la ola? Ante la ola solo nos queda morir. Y, ¿el amor? Muerto. Y, ¿la alegría? Muerta.

Muerte azul, muerte, muerte, muerte... Y tras la muerte, vida. Siempre muerte y vida. Vida y muerte. No hay muerte sin vida, ni vida sin muerte.

Acéptalo. Hoy, mañana, nunca o siempre.

viernes, 11 de febrero de 2011

Capítulo 135. Cavilaciones sobre un futuro incierto.


Europa es como un muerto.
No siente, no padece.
Il loro sangue è stata corrotta.
Je hersenen zijn inert.
Logo os vermes mancha em seu corpo.
Die Knochen werden schnell verrotten.
L'Europe est morte.
God save the Queen.

domingo, 6 de febrero de 2011

Capítulo 134. Pavos reales.


Dicen que cuando nacistes
cantaron los pavos reales,
porque dicen que anunciaban
a una niña salerosa
hecha de espinas y rosas,
hecha de cuarzo y de roca.

Dicen que tú nacistes
en el parque de una infanta,
entre palmas y fandangos,
entre risas y tarantos.

Dicen que cuando nacistes
en un cuerpo verde y alto,
nació un amor desbordado.
Nació una hija danzando,
con los brazos bien arriba,
con lunares y cantando.

Dicen que cuando nacistes
cantaron los pavos reales.
Remedios de cuna y familia,
Calzado de amada hija
y Reyes por obra y gracia
de una madre Escamilla.

A mi madre

viernes, 28 de enero de 2011

Capítulo 133. Caracoles.


Los sevillanos somos como los caracoles: en cuanto hay un día bueno salimos a tomar el sol, eso sí, con nuestros propios cuernos a cuestas.