Recuerdo una mañana de verano de hace casi 15 años. Sus facciones están borrosas, pero todavía conservo su perfume a Baron Dandy y su voz entrecortada entonando el tango de la cieguita. Cuando vi que lloraba le pregunté el por qué. Y su respuesta balbuceado fue que su padre, también era cieguito.
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