miércoles, 25 de mayo de 2011

Capítulo 143. Cuba.


Gritos de libertad resuenan en tus playas.
Son ahogados por las olas, mientras las mentiras la encadenan.

Tuvo que partir hacia el exilio.
Un exilio interior que hizo de su nombre un vacío.
Sueña con la arena, sueña con canciones alegres de corazones sin alma.
Almas arrebatas por falsos ideales.
Ideales que igualan al hombre, pero destruyen a la persona.
Personas que gritan en los malecones, que gritan en las calles, que gritan en las cárceles.

¿Dónde está mi casa?
Tuvo que dejarla.
Mi camino fue la mar y la muerte.
Tuve que dejarla.
Por un sueño de democracia y vida.

Tuvo que partir al exilio, pero ella vivía en él.
Cuba no ha muerto.
Sigue viva en cada mujer, en cada niño, en cada palmera que se alza contra el tirano.

El exilio tuvo que partir.

¿Dónde está la libertad?
En cada muerto.
En cada vivo.
En cada lucha.

Tuvo que partir hacia el exilio
y al mirar atrás la vio.

Te quiero, pero volveré.
Aunque solo sea con alma recuperada.

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