sábado, 31 de enero de 2009
Capítulo 7. El reloj de bolsillo
Abrí el cajón de la vieja peinadora. Estaba igual que siempre, llena de cajitas repletas de sorpresas.
Cuando era un niño, lo prohibido me atraía sobremanera. ¿Qué tendrá ahí la abuela? Yo, como era habitual en mí, me imaginaba que habría espadas, pócimas mágicas, dinero, mucho dinero, porque mi abuela era una guerrera, aguerrida, sin miedo a nada. Era mi abuela, nada me podía pasar cuando estaba con ella. Cada vez que intentaba abrir el cajón, por arte de birlibirloque, aparecía detrás de mí y me lo impedía. Evidentemente mi abuela era maga, sabía donde estaba en cualquier momento.
Lentamente fue clasificando y dividiendo los recuerdos y pequeños cachivaches. Fue descubriendo sus joyas; sus tesoros como las monedas de Isabel II y de Alfonso XIII o sus billetes de la II República; sus recuerdos y ... los del amor de su vida, mi abuelo, pues aunque quedara viuda con veintisiete años, nunca lo olvidaría. Entre estos trozos del alma encontré tres objetos que aparte para mi:
Un anillo cinturón, que tengo ahora en el dedo.
Un collar con el escudo de la Hermandad del Rocío de Triana, que tengo en mi pequeña caja de recuerdos.
Y el más importante, un reloj de bolsillo con las iniciales de mi abuelo, que voy a guardar en mi corazón para recordar, que el amor supera al tiempo, a la muerte y a la eternidad; para recordar, que el amor es inmortal.
viernes, 30 de enero de 2009
Capítulo 6. Los límites
Deprimido, hundido y desperanzado he salido hoy a la calle. ¿Dónde están los límites? ¿Quién mi verdadero dueño? ¿Es el dinero? ¿Es la estrecha moral de algunas mentes? ¿Dónde está el amor y la misericordia? ¿Dónde la esperanza y el destino? Díficil contestación, díficil respuesta.
Alegre, optimista y con esperanza he salido hoy a la calle. Los límites son tuyos, nadie te los impone. El dinero no es mi dueño, ni la estrecha moral coarta mi conciencia. El amor radica en mí y en sus actos encontré la misericordia. La esperanza me inunda por la noche y me renueva cada día. Y el destino no me importa porque Él está conmigo.
La realidad es cruel cuando quieres que la crueldad se apodere de ti. Si mi destino no lo encuentro aquí, lo encontraré en otro camino. No tengas miedo. Adelante. Estoy aquí.
jueves, 29 de enero de 2009
Capítulo 5. 危機
危機. Estos ideogramas chinos, que significan independientemente problema y oportunidad, componen la palabra crisis. Una palabra muy de moda últimamente por las diferentes situaciones económicas, sean estados de ánimo o no, que están atravesando los países desarrollados. Aparte de estas connotaciones negativas, para mis compañeras de la CEA y para mi ha supuesto un enriquecimiento personal impresionante. Pocos podrían imaginar que de una situación problemática [tener que hacer un trabajo] naciera una oportunidad tan bella, y que no es otra que el haber encontrado en estas páginas en blanco que son la vida, la amistad de compañeras de clase.
Gracias Carmen.
Gracias Eu.
Gracias Marta.
Gracias Rocío.
Del problema surgió la oportunidad.
martes, 27 de enero de 2009
Capítulo 4. El telegrama
lunes, 26 de enero de 2009
Capítulo 3. El rey leproso
Existía en el lejano Oriente un rey sabio que reinó durante muchos años. Orestes era su nombre y se decía que ante él la luna y el sol se hincaban de hinojos. Como todas las historias antiguas tenía una carga dramática sin igual, pues en los primeros años del reinado su afán fue formarse y hacer un buen gobierno entre sus súbditos.
Conforme avanzaba en sabiduría, su corazón se fue endureciendo y la soberbia pronto se apoderó de él. Las leyendas del lugar dicen que siempre tenía la razón en todo lo que hablaba, pues en el caso de que alguien lo refutara, misteriosamente esa persona desaparecía y con él la autoría de una hipótesis.
Con el pasar de las estaciones y con ellas de las siembras, Orestes evolucionaba hacia un carácter más agrio y soberbio. Meses antes de su caída pidió al escultor más famoso de la Dacia que inmortalizara su real porte.
Ifigenio, que así se llamaba el artista, comenzó su tarea con la creación de un molde tan perfecto que sólo necesitó un único fundido para realizar el retrato. Al bruñir la escultura el rey quedó maravillado. Orestes mandó en ese mismo instante dacapitar al escultor para que no volviera a repetir ninguna obra que pudiera superar a su retrato.
Al poco tiempo, el rey de los ilamitas murió de grandes fiebres, desapareciendo con él su reino al caer en potencias extranjeras.
Su escultura, sin embargo, siguió en las ruinas de su Palacio. Con el paso de las lunas el metal que no terminó de ser tratado, comenzó a corroerse, destruyendo el bello aspecto inicial.
Con la llegada de Alejandro Magno a Cregópolis, se descubrieron las ruinas del Palacio y con él, la única escultura que albergaba: la del rey...; la del monarca...
En ese instante nadie recordaba su nombre, nadie recordaba sus hechos. Solamente pudieron comprobar por la escultura de que estaba enfermo de lepra, aunque se dice que en las noches de luna llena Alejandro escuchó algunas voces que decía que no fue la enfermedad la que mató al monarca sino que fue la soberbia la que mató al Gran Rey Leproso.
domingo, 25 de enero de 2009
Capítulo 2. L'enfant terrible
La ira es un sentimiento humano muy contradictoria te hace sentir bien en los instantes en que se apodera de ti, es como el placebo ilógico de una enfermedad incurable.
Dies irae, dies illa, solvent saeclum in favilla, teste David cum Sibylla! [Día de la ira, día aquel en que los siglos se reduzcan a cenizas; como testigos el rey David y la Sibila]
¡Qué sentimiento tan extraño! Qué contradicción ilógica cuando te hace sentir extraño en tu hogar. Día de la ira, día del miedo, día de la tristeza... No huyas de mí, sal a mi encuentro.
sábado, 24 de enero de 2009
Capítulo 1. Recuerdos de un día cualquiera
Son las ocho de la mañana y como de costumbre suena el despertador. Mientras pongo mi maquinaria a punto, ella ya hace rato que se ha levantado y me ha preparado el desayuno y un pequeño tentempié para el mediodía.
Las horas pasan pesadas en
viernes, 23 de enero de 2009
Introito
Hoy es el día. Así se llama el blog que hoy comienzo. Es difícil enfrentarte a una página en blanco pero más aún a una vida en blanco. Siempre he creido que tus días son folios que escribes, en ellos se reflejan todo lo bueno, lo malo, lo gracioso y lo tedioso, lo espiritual y lo sexual, todo lo que te ocurre en un día. En alguno de ellos la tinta se nos acabará, pero para desesperación del olvido habremos dejado un libro completo o a medio escribir que reflejará nuestra vida.
Hoy nos hemos atrevido a comenzar este libro en Internet. Hoy es el día de un gran comienzo.