Dicen que el Domingo de Ramos es un día alegre.
Sin embargo, este año me vestiré de blanco luto.
Quizás, las lágrimas pueden resultarme útil.
Quizás, cuando vuelva a verte me podrás consolar.
Quizás, mañana lloré contigo y Tú conmigo.
Quizás...
Sólo quizás, la vuelva a ver como cada año pidiéndome sus caramelos.
Pero este año aunque te busqué no podré encontrarte, ni el Parque ni en las calles.
Quizás, este año cuando miré al cielo te veré allí sentada en un palco de honor y me pidas tus caramelos.
Y, ¿cómo voy a negarme?
Dicen que el Domingo de Ramos es un día alegre.
Y lo es. Porque esta año como todos te haré llegar tus caramelos.
Para mi sobrina Marta.