lunes, 26 de enero de 2009

Capítulo 3. El rey leproso


Existía en el lejano Oriente un rey sabio que reinó durante muchos años. Orestes era su nombre y se decía que ante él la luna y el sol se hincaban de hinojos. Como todas las historias antiguas tenía una carga dramática sin igual, pues en los primeros años del reinado su afán fue formarse y hacer un buen gobierno entre sus súbditos.

Conforme avanzaba en sabiduría, su corazón se fue endureciendo y la soberbia pronto se apoderó de él. Las leyendas del lugar dicen que siempre tenía la razón en todo lo que hablaba, pues en el caso de que alguien lo refutara, misteriosamente esa persona desaparecía y con él la autoría de una hipótesis.

Con el pasar de las estaciones y con ellas de las siembras, Orestes evolucionaba hacia un carácter más agrio y soberbio. Meses antes de su caída pidió al escultor más famoso de la Dacia que inmortalizara su real porte.

Ifigenio, que así se llamaba el artista, comenzó su tarea con la creación de un molde tan perfecto que sólo necesitó un único fundido para realizar el retrato. Al bruñir la escultura el rey quedó maravillado. Orestes mandó en ese mismo instante dacapitar al escultor para que no volviera a repetir ninguna obra que pudiera superar a su retrato.

Al poco tiempo, el rey de los ilamitas murió de grandes fiebres, desapareciendo con él su reino al caer en potencias extranjeras.

Su escultura, sin embargo, siguió en las ruinas de su Palacio. Con el paso de las lunas el metal que no terminó de ser tratado, comenzó a corroerse, destruyendo el bello aspecto inicial.

Con la llegada de Alejandro Magno a Cregópolis, se descubrieron las ruinas del Palacio y con él, la única escultura que albergaba: la del rey...; la del monarca...

En ese instante nadie recordaba su nombre, nadie recordaba sus hechos. Solamente pudieron comprobar por la escultura de que estaba enfermo de lepra, aunque se dice que en las noches de luna llena Alejandro escuchó algunas voces que decía que no fue la enfermedad la que mató al monarca sino que fue la soberbia la que mató al Gran Rey Leproso.

1 comentario:

  1. Cregópolis?? es mi ciudad??
    Mañana hablamos. Supongo q tengo q leer entre líneas,no?

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