
Pero, ¿qué ocurre cuando no te espera nada en septiembre? Pues te ocurre lo peor y lo mejor que puede pasar: lo desconocido.
Lo sé, da miedo, pero es un salto de fe hacia adelante.
¿Qué nos espera mañana? Sea bueno o malo, será diferente y lo diferente enriquece.
¡Mañana será otro día!