jueves, 27 de agosto de 2009

lunes, 24 de agosto de 2009

Capítulo 71. El fuego


-Hermana, el fuego se acerca.
Una celda rectangular era testigo de una conversación atípica en una comunidad conventual donde al voto de silencio se le unían los de pobreza, castidad y obediencia.
Las campanas desde hacía unas horas no paraban de tañer insistentemente anuciándole a los apenas trescientos habitantes del pueblo el peligro que se aproximaba.
-A llegado la hora, Sor Eunice. Sacad las reliquias.
-¿Todas, Reverenda Madre?
-Todas.
La oración que a continuación se escuchó, no sólo sorprendió al resto de la comunidad femenina de la theotokos del Arca Santa, sino que se escuchó en todo el valle de las petaloúdes.
Como si de una llamada primitiva se tratase, a la voz grave y desafinada de la octogenaria Madre Helena se le fueron uniendo poco a poco las restantes setenta y seis voces que vivían allí.

En ese segundo donde la armonía sustituyó al caos, el revuelo provocado por el cielo naranja despareció y una fila ordenada por antiguedad comenzó a descender los treinta y tres escalones que llevaban a la cripta de la capilla bizantina. Un gigantesco pantocrátor señalaba la mandorla en donde ningún humano había puesto su mano en más de quinientos años. Desde 1453 el dorado del arca no había visto la luz del día.

Doce hermanas se dispusieron en el centro de la cripta. El ambiente cada vez más irrespirable dificultaba la respiración de las monjas más ancianas, pero el ritual ensayado pero nunca realizado siguió su curso. La Reverenda Madre comenzó a romper la primigenia forma de la mandorla, sagrada cavidad por donde surgió la vida.
El esfuerzo físico unido a la edad hicieron de esta pequeña tarea un sufrimiento que se transformó en una demora innecesaria.

Tras caer el último ladrillo la campana dejó de sonar. Eso sólo podía significar que el fuego había alcanzado el convento. Sin inmutarse por ello, las hermanas Lea, Raquel, Bilha y Zilpa en una especie de danza oriental consiguieron romper un velo ennegrecido y en otros tiempos púrpura, que se interponía entre la cripta y la habitación hasta ahora tapiada.

La última oración sirvió para que las doce hermanas que hasta ese momento se encontraban calladas en el centro de la cripta comenzaron una procesión hacia el interior de la habitación. De igual manera, las hermanas más jóvenes iniciaron otra marcha en sentido contrario subiendo los escalones que les llevaban a la iglesia.

Cuando las doce porteadoras salieron de la cripta la Madre Superiora arrodillada con voz grave recitó la oración transmitida de generación en generación:
"Tú eres el Arca de la Alianza. De tí nació lo Nuevo y Eterno que fue entregado para el perdón de los pecados".

jueves, 20 de agosto de 2009

Capítulo 70. Cien años tirados a la basura


Cuando Salvador me concedió el honor de escribir en su blog, no sabía qué tema tratar, quería que fuese algo bonito, algo que le gustase a la gente, que les agradase, se me ocurrieron varios temas: La amistad, El amor no se busca sino se encuentra, Los fariseos y la enfermedad ;), Tonight is the nigth, pero ninguno me convencía, porque realmente quería escribir algo para desahogarme, aunque a nadie le gustase, pese a que fuera en contra de todo el mundo (porque ¿Acaso eso importa cuando se es depositario de la verdad?)

Así que al final decidí escribir sobre cómo hemos tirado 100 años de progreso y avances constitucionales a la basura por culpa del tuenti y sucedáneos.

Hace 100 años (bueno no son 100, pero este número queda más comercial :P) John Looke, Thomas Hobbes y Robert Price (No confundir con Benji Price Paralotodo) propugnaron los fundamento del liberalismos moderno y sus derechos. Uno de estos derechos es el derecho inalienable a la privacidad, el cual costaría sangre y esfuerzo para que finalmente fuese recogido por la constitución norteamericana, y más tarde, por todas las constituciones Europeas. Todo un logro para la humanidad.

Logro que hoy en día se vulnera constantemente cada vez que un niñatillo, y no tan niñatillo sube una fotito al tuenti, haciéndolo alegremente, sin pensar en sus consecuencias, sin pensar que derechos está vulnerando, sin pensar toda la historia que esta ultrajando ¿Significa esto que somos unos desconsiderados, unos desagradecidos? No ¿Entonces a que se debe el éxito del tuenti y sucedáneos?

Rara es la persona menor de 30 años que no tiene un perfil en el Tuenti (Ni siquiera Pepito Moñaño se libra :P). Y es que innumerable son las ventajas que nos ofrece: compartir fotos con amigos, crear eventos, comunicarnos con nuestros amigos, conocer nuevas personas, y ¡¡¡todo ello gratuito!!! Algo tan bueno no puede ser malo.

Podemos verlo de esa forma, como un niño de 15 años, o como lo vería John Looke. Tuenti es una aplicación donde sus usuarios trabajan gratis como desarrolladores de contenido (viva la web 2.0), es decir somos nosotros los que estamos regalando nuestro esfuerzo. También regalamos nuestros datos personales para que puedan ser vendidos a terceros y almacenados en bases de datos, lo que se traduce a cuenta de correo saturada de SPAM y comercialización de lo más sagrado para un liberal, nuestra identidad.

No contento con ello, actualmente las fotos que son subidas pasan a ser propiedad de Tuenti, -Enhorabuena estas regalando tus fotos a Tuenti para que haga lo que quiera con ellas-. Por no hablar de los agujeros de seguridad, alteración de las relaciones interpersonales y el sumidero de pervertidos que la red auspicia.

Todo ellos por intentar ser popular, intentar mostrar que guay soy, que bien me lo paso, porque lo importante no es pasárselo bien sino mostrar que te lo pasaste bien. ¿Cuántas veces hemos escuchado? Foto para el tuenti, o incluso, yo ya solo hago fotos para el tuenti. Realmente el humano es un ser social por definición, así de patéticos es.

La polémica está servida.

PD1: Y no vale la excusa de decir que es más cómodo, seleccionar las fotos, subirlas una a una, etiquetarlas y esperar que las vean, a mandarlas todas por correo.

PD2: También se dan incongruencias a todos los niveles. Como aquellas que critican a las chavalas por llevar falda muy corta o un top, y que le vean 5 personas una noche, mientras ellas suben a internet fotos en las que salen en bikini (mucha menos ropa que lo otro) donde le puede ver todo el mundo, todo el tiempo.

Rol

miércoles, 5 de agosto de 2009

Capítulo 69. La mina


El agobio que sentí al bajar fue inmenso.
Barrabás se quedo ciego y yo no veía nada.
Vi la luz al final del túnel, pero el túnel del final resultó ser un engaño.
No había mina ni había túnel.
No había mineros.
No había nada.
El gas era inoloro.
El canario no cantaba.
Ya no había nada, no había nada.